Preguntas y respuestas

El aroma de los recuerdos, el suspiro del corazón... El vaho intemporal que producen las emociones al mezclarse entre ellas... Oh, amor, qué sabremos de ti sin dolor, pero cómo nos haces falta. La contradicción crea belleza, la coincidencia; expectación. 

Y, después de mezclar esa gran receta en nuestra vida ¿qué más tenemos y qué deseamos? Preguntas y respuestas, el bucle creado para enredar los hechos entre sí y volver a colocar en tu camino aquellos que no debieron salir de él. ¿Y todavía perdemos nuestro valioso tiempo preguntándonos sobre qué será el destino? La respuesta a esta pregunta vuelve a ser sí, sí y mil veces sí, lo hacemos y lo seguiremos haciendo porque es lo que nos hace felices. Somos seres curiosos por naturaleza y necesitamos saber. El verbo que se materializa en la pregunta que se repite una y otra vez: ¿Por qué? 

María Gomariz Calvo

La libélula y la mariposa

Un día, una pequeña mariposa se encontró con una libélula. 

—¿Por qué no ser amigas?—Pensó ella. Sin embargo, todos  creían que aquello no funcionaría, cómo una libélula y una mariposa podrían ser amigas. Impensable, seguro que la libélula tenía algún tipo de interés oculto. Quizás, quería sus preciosas alas del color del zafiro ribeteadas en negro, con ellas podría volar mucho más lejos y sería la envidia de todo aquel que las viera, pues, sus pequeñas alitas no le permitían alcanzar ciertos lugares. 

Ignorando las voces que murmuraban y acusaban sin cesar aquella peculiar relación, volaban juntas visitando las flores más suculentas e ingiriendo su delicioso polen. Cada día amanecía para ellas un nuevo universo de formas y colores para los sentidos que ambas disfrutaban.

No obstante, una mañana llegó la tormenta y la libélula sintió que sus alas no podrían aguantar el peso de las gotas de lluvia. Entonces, su amiga la mariposa le dijo «No te preocupes, yo estaré a tu lado, si tú no puedes volar, yo tampoco lo haré». Y ella le contestó: «Pero, ¿de qué sirve que ninguna pueda volar? Vuela, pequeña mariposa, sé libre. Por mí, por las dos. Y la mariposa le dijo: «Antes, volar no significaba nada para mí, tú has hecho que tenga sentido, que pueda disfrutar cada mañana al despertar con lo que la naturaleza nos ofrece. Si no puedo volar contigo, no lo haré con nadie más». 

En ese momento, un fuerte lazo se estrechó entre las dos, mariposa y libélula. Ahí fue cuando comprendieron el verdadero valor de la amistad. Y es que, ¿de qué sirve volar si no tienes a nadie con quien poder disfrutarlo?

María Gomariz Calvo

Cambios

El tiempo tiene muchas formas de medirse, en concreto, las etapas que marcan la diferencia entre un año y otro. Yo he decidido diferenciar entre 3 tipos de «Años Nuevos». El primero es el «oficial», el día 1 de enero. El segundo, el día de mi cumpleaños —mañana, dicho sea de paso— y el tercero, el día que comienza el curso escolar. De tal manera que, cuando hablo del año pasado, me puedo estar refiriendo al año en general, a cuando tenía un año menos, o al curso anterior. 

Suele ser costumbre que con la llegada de estas fechas la gente —me incluyo en ese grupo— haga una lista de propósitos para esa nueva etapa que comienza, la mayoría de los cuales no acaban por cumplirse. Visto que estas fechas marcan en nuestra mente un antes y un después, he decidido clasificar lo que para mí son mis años nuevos. Ahora mismo estoy cerca del segundo y cada día me surgen nuevos propósitos por cumplir. 

Entonces, si cada día nos surgen nuevos proyectos, metas y sueños ¿por qué no puede ser Año Nuevo todos los días? o, ¿por qué tiene que haber una fecha dedicada únicamente a proponernos metas? Todos los días puede ser Año Nuevo, cualquier día. Lo importante no es solo proponerlo, lo importante es tener las ganas, la fuerza y la constancia para poder cumplirlo. 

Haz que cada día sea nuevo, proponte ser mejor que ayer, no esperes a que llegue un Año Nuevo para hacerlo. No esperes a mañana para cambiar.

¡Feliz Año Nuevo!

María Gomariz Calvo

¿Qué quieres ser?

Llevamos toda la vida haciendo caso de una serie continuada de diálogos que se enlazan y dan origen a más conversaciones. No nos detenemos para observar las acotaciones, pensamientos y sentimientos que provocan las respuestas de los personajes de nuestra historia. Mas... a quién le importa lo que sientan y padezcan, si no a su narrador.

El diario de abordo lo escribimos nosotros. Somos los directores de nuestra propia obra de teatro, los escritores de nuestro libro, la voz cantante... Algunos se conforman con observar desde el público; otros, con ser lectores y el resto, con asentir sin rechistar. ¿En qué grupo estás tú?

¿Vas a escribir tu historia o vas a dejar que dicten tu vida?

María Gomariz Calvo

Lo siento

Siento que nos haya tocado vivir en esta realidad que nos quiere separar. Siento no poder hacer nada por remediarlo. Siento cada palpitación de mi corazón por ti. Siento sentir.

Pero es que como persona tengo derecho a sentir, ¿o no? Estoy condenada a una eterna lucha contra mí, contra mis sentimientos, porque todo está en mi interior. ¿Y sabes por qué? Porque no puedo sacarlos, no puedo demostrárselos a nadie. No... eso está mal. Siempre está mal, siempre que la persona que lo haga sea yo. 

¿Nunca has tenido reparo en expresar lo que sientes por miedo? Miedo. Qué poderoso sentimiento, ¿verdad? Consigue dominarnos e intenta vencernos. La pregunta es: ¿lo consigue? Pues, aunque me cueste reconocerlo, sí, muchas veces lo hace, pero no hay día en el que no me levante pensando que algún día yo seré la que lo venza a él. Es el villano de todas mis pesadillas, el que me persigue incansablemente a cualquier parte. ¿Será amor? ¿Puede el miedo enamorarse? ¿Alguien se ha preguntado alguna vez qué pasaría si el miedo se enamorase? No, no creo que sea eso... Quizás me odie y por eso me persigue; para acabar conmigo. Sea la opción que sea, el caso es que es mi compañero de viaje, en ocasiones, más de lo que me gustaría.

Por eso, hoy pido perdón. Quiero disculparme ante mis sentimientos por todas esas ocasiones en las que he renegado o he permitido que el miedo se apoderara de ellos, por las que no los he dejado salir, por no saber la mayoría de veces cómo lidiar con ellos, por creer que por sentirlos soy menos persona y, sobre todo, por no ser sincera conmigo misma pensando que no estaban ahí cuando lo único que hacía era intentar engañarme. Por todo esto y por mucho más: lo siento. 

Esta vez, la batalla contra el miedo la ganaré yo.

María Gomariz Calvo

As de corazones

Juegos de azar, partidas perdidas y ganadas. Azar, casualidad, destino, hado...cualquier nombre es bueno para definir nuestra vida. ¿Cuál define la tuya? ¿Eres de los que se dejan vencer o sigues luchando por tu causa? 

No me gusta llamarlo perder, porque perder no se pierde, quizás se deje ganar a alguien o alguien se deje vencer, pero ¿perder? No. Se gana, pase lo que pase, siempre hay algo que ganar. Una lección, un sentimiento, una amistad, un recuerdo...

Hasta cuando intentas desistir, suele aparecer una voz en tu cabeza que te dice «todavía no, inténtalo una vez más». Algo que comúnmente se suele denominar como «tener un as en la manga». 

Ahora te toca decidir a ti, ¿seguimos jugando?

María Gomariz Calvo

Nubes de polvo que enturbian pensamientos

Cada día, nos suelen ocurrir situaciones a las que no damos la importancia necesaria o, quizás, no la que deberíamos. Pero ¿y si la tiene y decidimos optar por no dársela, aun cuando de esta forma hagamos daño a otra persona?

Puede que te suene algo llamado crueldad. Quédate con esa palabra porque te va a acompañar más años de los que crees y es que, las pequeñas tonterías llega un momento en el que pueden convertirse en problemas.

¿Problemas o tonterías? ¿Cuál es la diferencia? Saber discernir la envergadura de nuestros problemas marca la diferencia entre estos dos conceptos que, a pesar de parecer muy dispares, son más cercanos de lo que aparentan. 

Así que, antes de decir que algo es una tontería, piensa que puede que para otra persona no lo sea. Dedica tiempo a preocuparte por ella. Esto último hazlo si de verdad te importa, porque hay tonterías que no se pasan con el tiempo, sino que se suman hasta convertirse en las gotas que colman los vasos de la paciencia alimentados por pequeñas tonterías. 

María Gomariz Calvo

Memories, Time, Hope

Llega un momento en tu vida en el que te planteas qué hacer, cómo seguir o, simplemente, adónde ir. Necesitas pensar, estar a solas durante unos momentos contigo mismo. Puede que haya llegado ese día para mí. 

¿Por qué he elegido este título para el blog? La vida está llena de preguntas para las que no tenemos respuesta, sin embargo, esta vez sí la tiene. Estas tres palabras han marcado, marcan y marcarán mi vida. ¿Queda más claro ahora? Para los que no lo hayan descubierto todavía, les presento lo que soy. 

Memories define mi pasado, lo que me ha acompañado y de lo que he aprendido; mis recuerdos.

Time se refiere a lo que actualmente vivo, algo constante; mi tiempo.

Hope hace referencia a mis sueños, mis inquietudes; mis esperanzas.

Y, queridos amigos, todo ello en su conjunto es lo que me define. 

María Gomariz Calvo