viernes, 25 de abril de 2014

Lo siento

Siento que nos haya tocado vivir en esta realidad que nos quiere separar. Siento no poder hacer nada por remediarlo. Siento cada palpitación de mi corazón por ti. Siento sentir.

Pero es que como persona tengo derecho a sentir, ¿o no? Estoy condenada a una eterna lucha contra mí, contra mis sentimientos, porque todo está en mi interior. ¿Y sabes por qué? Porque no puedo sacarlos, no puedo demostrárselos a nadie. No... eso está mal. Siempre está mal, siempre que la persona que lo haga sea yo. 

¿Nunca has tenido reparo en expresar lo que sientes por miedo? Miedo. Qué poderoso sentimiento, ¿verdad? Consigue dominarnos e intenta vencernos. La pregunta es: ¿lo consigue? Pues, aunque me cueste reconocerlo, sí, muchas veces lo hace, pero no hay día en el que no me levante pensando que algún día yo seré la que lo venza a él. Es el villano de todas mis pesadillas, el que me persigue incansablemente a cualquier parte. ¿Será amor? ¿Puede el miedo enamorarse? ¿Alguien se ha preguntado alguna vez qué pasaría si el miedo se enamorase? No, no creo que sea eso... Quizás me odie y por eso me persigue; para acabar conmigo. Sea la opción que sea, el caso es que es mi compañero de viaje, en ocasiones, más de lo que me gustaría.

Por eso, hoy pido perdón. Quiero disculparme ante mis sentimientos por todas esas ocasiones en las que he renegado o he permitido que el miedo se apoderara de ellos, por las que no los he dejado salir, por no saber la mayoría de veces cómo lidiar con ellos, por creer que por sentirlos soy menos persona y, sobre todo, por no ser sincera conmigo misma pensando que no estaban ahí cuando lo único que hacía era intentar engañarme. Por todo esto y por mucho más: lo siento. 

Esta vez, la batalla contra el miedo la ganaré yo.

María Gomariz Calvo

2 comentarios:

  1. Hay una frase que me gusta mucho que dice: "El tamaño de tus monstruos dependerá del miedo que les tengas." :)
    Es muy complicado, todos tenemos los nuestros, y ahí siguen nuestras luchas diarias, pero dicen que 90% de nuestros temores no tienen probabilidad de
    suceder. :)

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  2. Pues esa frase tiene mucha razón. Me alegra que el 90% no se vayan a cumplir, eso hace que la esperanza llene lo que el miedo quiere ocupar. Visto desde otro lado, el 10% restante es muy poco y no tiene por qué cumplirse.

    Gracias por leerme y por comentar :)

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