miércoles, 29 de abril de 2015

Puzles

Quizás y sólo quizás busquemos encajar en algún lugar, encontrar esa parte complementaria que nos pasamos la vida buscando. Ser parte de un todo. Lo que no nos dicen es que, a veces, las piezas se pierden. 

En más ocasiones de las que pensamos pasamos más tiempo pensando en la pieza que se perdió que en el resto de piezas que conforman esa parte del todo. Porque, en otras ocasiones, ese todo compuesto por piezas somos nosotros y lo que hemos perdido por el camino ya no se puede recuperar. Algunos días somos todo; otros, nada.

María Gomariz Calvo

lunes, 27 de abril de 2015

Juego de corazones

Sin importar las veces que fueran barajadas, ellas sabían que volverían a encontrarse, pues, la suerte o el destino las uniría en una mano afortunada. Partida tras partida, ronda tras ronda volaban entre otras de su misma especie. Jugaban entre sus compañeras, mientras se reunían de nuevo, intentando formar combinaciones que tuvieran valor para alguien. 

¿Qué valor podrían tener separadas? La unión era lo que daba valor a estas entrañables amigas. Y, en una de esas partidas, se encontraron de nuevo. Latido tras latido, sus corazones se unieron. Puede que se volvieran a separar, pero estaban seguras de que fuera como fuera volverían a verse de nuevo. Entonces, entendieron que no importaba lo que las separara si, llegado el momento, se juntarían. Y, desde ese instante, conocemos a esas dos cartas como el rey y la reina de corazones.

María Gomariz Calvo

sábado, 18 de abril de 2015

El significado del tiempo


Hace un tiempo me preguntaste qué significaba el tiempo para mí. Lo cierto es que todavía me encuentro intentando resolver esa pregunta. Me cuesta descubrir qué significa exactamente la palabra «tiempo». Estuve pensando sobre ello durante muchos días y he llegado a una pequeña conclusión.

El tiempo no es «algo» en particular. Es un conjunto de elementos que hacen que se forme. Los recuerdos, al igual que las personas que forman parte de él, nuestras aspiraciones, deseos y sueños se alojan y tienen cabida dentro de él. Por eso, no podría decir que el tiempo es sólo tiempo. Se invierte, se malgasta, se aprovecha, se pierde, avanza y, sin embargo, no retrocede. Aunque queramos, no lo hace. El único lugar en el que es posible que lo haga es en el de nuestros sueños y recuerdos.

Por eso, he decidido que sea lo que quiera ser esa palabra a la que denominamos tiempo, las definiciones que queramos darle, seguirá siendo nuestro para hacer con él lo que queramos. Porque, al final, lo que hacemos con él es eso: invertirlo. Y cuando digo invertirlo me refiero tanto a aprovecharlo como a malgastarlo. Porque el tiempo es nuestra mejor inversión y lo que hagamos con él depende de nosotros.

María Gomariz Calvo

miércoles, 15 de abril de 2015

¿Qué somos?

La historia del ayer y del mañana. Somos el tiempo que pasa por nuestras vidas y la vida que pasa por el tiempo. Y, después de pasar y haber dejado pasar cada momento, somos aquello que se queda en el tiempo; recuerdos.

María Gomariz Calvo

Time

María Gomariz Calvo

martes, 14 de abril de 2015

El color del amor

Hubo un tiempo en el que las palabras se escribían en el aire. Aquellas personas que podían verlas diferenciaban su significado por el color que estas mostraban.

Pronto, empezaron a utilizar varios colores para una misma palabra. Y, ¿cuál fue la primera afortunada al merecer tal distinción? El amor. Los habitantes de aquellas tierras pensaron en la necesidad de saber distinguir su significado, por ello, establecieron el rojo para cuando alguien decía «te quiero» a la persona que amaba; el azul, si se trataba de un amigo; el verde, si era un amor interesado; el amarillo, si era la primera vez que se decía; el lila, si se decía sin pensar. Y así con muchos más colores y significados.

Con el tiempo, las personas fueron perdiendo las ganas de diferenciar todo cuanto escribían y optaron por volver al blanco y negro, de esta forma, sólo las personas que nos conocieran de verdad sabrían qué significado tienen nuestras palabras.

Hoy, dicen que cuando vemos el arcoíris es porque se reflejan los deseos de aquellas personas que querían que sus palabras fueran reales. Y que, debido a la variedad de sus colores, el amor no tiene un color específico.


María Gomariz Calvo

martes, 7 de abril de 2015

Instantes

El deseo ante un acontecimiento hace que este se espere con más ganas. Ante este enunciado he conseguido diferenciar entre dos etapas: la previa, cargada de adrenalina, de cierta desesperación que en ocasiones genera la espera o la lentitud de esos días que no avanzan. Y, la segunda, la posterior a dicho evento. En mi opinión la peor de las dos. Cuando ha llegado y pasado aquello que anhelábamos. Mientras estamos viviendo lo que hemos estado esperando no nos damos cuenta de lo que sucede. Lo hacemos antes o después, pero no durante. No disfrutamos lo suficiente de ese momento porque cuando llega no lo sabemos y para cuando lo hacemos, el suspiro de ese instante ya ha pasado. Deberíamos disfrutar más de lo que tenemos y preocuparnos menos de lo que ya ha pasado o pasará. Sin olvidar que parte de lo que somos es lo que hemos construido y lo que deseamos realizar en un futuro, con el matiz de saber cruzar el puente que separa ambas partes y disfrutarlo.

María Gomariz Calvo